Elegante, Inteligente, Astuto,… cualidades que se reflejan a la perfección en nuestro pequeño invitado, por su innovador concepto y eficientes soluciones que le hacen desenvolverse con suma facilidad en la jungla de las grandes ciudades. Hablamos del nuevo Smart ForFour y lo probamos en una coqueta ciudad, Zaragoza.
La primera impresión al verlo junto a otros vehículos resulta muy divertido. Sus reducidas dimensiones, la elevada altura y el estilo único (mezcla retro/moderno), capta la atención del viandante más despistado.
A todo esto se suma su llamativa figura, contornos redondeados, bonitos grupos ópticos y vistosas personalizaciones exteriores bitono.
Pero…¿Tendrá la misma capacidad de seducción a la hora de manejar este pequeño ciudadano?
Una vez dentro, nos regulamos el asiento, los espejos y al mirar al frente, una sensación de estar en un coche mucho más grande te invade.
Introducimos la llave (uno de los muchos detalles en los que Renault está muy presente), giramos y despertamos el pequeño motor Mitsubishi (3 cilindros, 999 cm³, 71 CV). Cual es mi sorpresa al comprobar el buen aislamiento acústico del habitáculo y la ausencia de vibración, algo atípico en un vehículo tan ligero con motor tricilíndrico, aunque todo tiene su explicación. Su posición trasera, prácticamente descansando sobre el eje trasero (Eje de Dion) y la utilización de materiales de aislamiento acústico y térmico, hacen de este cosmopolita el mejor guía turístico de la ciudad, con una conducción confortable y permitiendo tener charlas relajadas con el resto de ocupantes (solo 3).
Desde parado, podemos salir como un resorte, debido a la ligereza del conjunto y al brío de su motor japonés ayudado de una relación de marchas muy cortas, sobretodo en las 2 primeras velocidades, y pudiendo rodar en 3ª tranquilamente a 50 – 60 Km/h. En cambio, al rodar por vías amplias donde las normas de tráfico son más permisivas, nos encontramos con unas 4ª y 5ª velocidades bastante más largas y teniendo en cuenta la poca cilindrada que disponemos, cuesta lo suyo superar los 100 Km/h dejando claro cual es el ámbito de uso de nuestra unidad.
De vuelta en la ciudad, cabe destacar la altura del puesto de conducción, la cual se agradece circulando con una mayor percepción del entorno, sobretodo en calles estrechas, pasando bocacalles y cruzando intersecciones.
Esta característica te hace sentir seguro y confiado rodeado de otros conductores, algo gratificante en el ritmo caótico de las grandes ciudades.
En mi opinión, uno de los puntos fuertes, y creo que el punto a batir por la competencia, es la manejabilidad.
Tener una configuración de motor trasero y propulsión (todo atrás), se traduce en una dirección muy liviana sin ningún tipo de vibración, únicamente la de las irregularidades del asfalto transmitidas desde un tarado de suspensiones bastante firme.
El hecho de callejear no supone ningún esfuerzo ni cansancio, destacando su corto diámetro de giro entre bordillos facilitando todo tipo de maniobras.
Después de algo más de 2 horas circulando por las calles de Zaragoza, y como ya imaginábamos el día de su presentación, la conclusión es que los nuevos Smart 2014 han regresado para volver a coronarse los reyes de la gran ciudad, tanto por diseño como por eficacia y eficiencia. Sin embargo, no se lo pondrá fácil la dura competencia de este segmento, siendo su primo hermano francés (Renault Twingo) el máximo rival.
(Artículo escrito por nuestro amigo y colaborador Raúl Martinez de Autopruebas )